Plano de la exposición de Alejandro Magno
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Sala 0. Cine 3D “Alejandría, el sueño de Alejandro”

El recorrido se inicia con la proyección en 3D de “Alejandría, el sueño de Alejandro”, creada expresamente para esta exposición, y que permitirá al visitante sumergirse mágicamente en esa ciudad y en el fascinante universo de Alejandro.

La película 3D se desarrolla en torno a esta imagen mítica de la ciudad y su fundador. Para su recreación se ha recurrido –como primera fuente– a narraciones antiguas de viajeros, filósofos e historiadores. De las construcciones más importantes de la ciudad se recrean aquéllas de las que hay más datos e información, incorporando en los detalles constructivos los vestigios que se conservan de la época y que marcan el estilo arquitectónico.

La banda sonora se basa en una rica paleta de sonidos mediterráneos, composiciones corales y texturas electrónicas a partir de un trabajo de documentación sobre los diferentes instrumentos de la época.

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Sala 1. Alejandro: mito y héroe

Alejandro Magno y sus increíbles hazañas, la brevedad de su vida, las anécdotas sobre su persona, sus legendarias y triunfantes campañas son los hechos más conocidos de su vida.

La exposición profundiza en sus campañas por Asia Central, en las que, tras vencer a los persas, se desposó con Roxana, muestra de una capacidad de atraer a distintas personas y culturas a un nuevo estado unificado y multiétnico, lo que supuso la helenización del corazón de Asia.

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Sala 2. Imperio Persa

Formado a partir de Persis (actual Fars, Irán) por la tribu de los aqueménidas, procedentes de la estepa euroasiática, se extendía desde el mar Egeo hasta el río Indo, por lo que dominaba numerosos pueblos y estaba organizado en provincias o satrapías, a cuyo frente estaban los sátrapas o gobernadores nombrados por el emperador persa.

El arte aqueménida, símbolo del poder del Gran Rey se manifestaba en grandiosas construcciones, como los monumentales palacios de Susa, Persépolis y Pasagarda, y en espléndidas joyas, vajillas y vasos para banquetes.

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Sala 3. Griegos y persas

Tras las llamadas Guerras Médicas (490-479 a.C.), en las que el Imperio Persa invadió Grecia y sometió todas las ciudades del lado oriental del Egeo, surgió en la literatura y el arte griegos una imagen de los persas, como “bárbaros” sin cultura. Sin embargo, las crecientes relaciones comerciales durante los siglos V y IV a.C., trajeron consigo un aumento de su influjo en las formas de vida y también en la religión y en las concepciones filosóficas.

En este proceso se percibe en el arte clásico de Grecia una creciente fascinación por el mundo persa, su lujo exótico y su poder, al mismo tiempo que la influencia de Grecia, resultaba bien patente en la arquitectura y en los relieves que decoraban los palacios persas.

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Sala 4. Babilonia. Del antiguo Oriente a la metrópoli

En otoño del 331 a.C. y tras vencer en la batalla de Gaugamela, Alejandro marchó sobre Babilonia, ciudad que lo recibió como triunfador. Allí conoció las antiguas tradiciones religiosas, literarias y científicas, en especial los saberes astronómicos, la ideología oriental y compartió el título de “Rey de las cuatro partes del mundo” con su deseo de alcanzar el extremo del mundo entonces conocido.

Para ello, organizó la gran expedición que, desde Babilonia, llevó a cabo por Asia Central hasta las regiones más orientales del imperio, más allá del río Indo. Tras su campaña triunfal, regresó a Babilonia, donde murió, pocos días después de caer enfermo, a los 33 años de edad.

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Sala 5. Cultura y conocimiento

Babilonia, ciudad milenaria, se había convertido en el gran centro intelectual de Mesopotamia y de todo el Oriente al heredar el saber acumulado desde el desarrollo de la escritura cuneiforme, en el III milenio a.C.

Tras la conquista de Alejandro, se fue imponiendo la griega como nueva lengua culta y para las relaciones internacionales.

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Sala 6. El ejército de Alejandro

El ejército de Alejandro Magno estaba integrado por 35.000 hombres. Gran táctico y brillante estratega, Alejandro sabía sacar lo mejor de sus tropas, mejor armadas, entrenadas, mentalizadas y dirigidas que las persas, aunque éstas eran mucho más numerosas, por lo que siempre se impusieron en los campos de batalla.

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Sala 7. El fuerte de Kurgansol

El fortín de Kurgansol se estableció a fines del siglo IV a.C. Entre los distintos hallazgos, destaca el de una bañera de cerámica de tipo helenístico, que supone una innovación exótica en esas tierras de Asia Central.

Este hecho permite suponer que Kurgansol debe ser uno de los seis fuertes que Alejandro Magno construyó al norte del río Oxus, en el año 328 a.C., para proteger sus comunicaciones.

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Sala 8. Helenismo y Oriente

Habiendo conquistado el corazón de Persia, el 331 a.C., Alejandro se marchó a Bactriana (norte de Afganistán) y a la vecina Sogdiana (zona que ocupa parte del actual Tayikistán y de Uzbekistán), donde sus tropas conquistaron esos territorios.

Para estabilizar su poder, Alejandro estableció fortalezas, como la recientemente descubierta y excavada de Kurgansol, y fundó impresionantes ciudades en aquellas inmensas tierras, donde asentó a cientos de veteranos de su ejército. La convivencia de estos militares con la población local pronto dio lugar a una interesante cultura mixta greco-oriental que se desarrolló en esas zonas del Asia Central.

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Sala 9. Del Helenismo al Budismo

Gandhara era una región extendida por el sureste de Afganistán, el centro y norte de Pakistán y el noroeste de India. Fue una satrapía persa desde el siglo VI a.C. Tras la conquista de Alejandro, se helenizó profundamente.

En Gandhara y regiones vecinas surgió un refinado gusto artístico, que unía al estilo griego helenístico influjos del arte palacial aqueménida y una rica iconografía oriental. Este arte, creó los patrones artísticos adoptados posteriormente por el budismo.

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Sala 10. Alejandro en España

Si bien nunca llegó a Hispania, en el extremo occidental del Mediterráneo, algunos historiadores cuentan que pensó en conquistarla.

En la Edad Media su fama corrió por toda Europa y los libros con sus hazañas, que servían de ejemplo a los caballeros andantes, eran los más leídos después de la Biblia. Por ello, uno de los más antiguos poemas de la lengua castellana es el Libro de Aleixandre, que conserva la Biblioteca Nacional. Asimismo sus hazañas decoraban nuestros palacios reales, como puede verse en tapices, relojes y tantos objetos sobre Alejandro que conserva el rico Patrimonio Artístico de España.